El inventor de lo que ahora conocemos como lápiz labial fue el estadounidense Mautice Levy en 1915.
Tras ver que las mujeres no podían llevárselo a todas partes, unió un lápiz labial sólido a un
rectángulo que se deslizaba y lo colocó dentro de un tubo de metal con tapa.
Pero eso no fue el origen del echo de pintarse los labios, hay datos que aseguran que en Babilonia en el año 5000 A.C machacaban joyas semipreciosas y las aplicaban en los labios.
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